Este cuento tiene una trampa. Cuando comienza la
historia, los protagonistas: Legrand, el narrador, Júpiter y,
nosotros, ponemos el foco de nuestra atención en el
brillante escarabajo de oro como si fuera un tesoro
fabuloso. Júpiter, el fiel sirviente de Legrand, es el
primero que señala que está hecho de oro, y es el propio
Legrand quien se encarga de insistir en su valor. Pero
¿tiene tanta importancia al final de la historia?
William Legrand encarna al detective, y el narrador, el
inteligente pero escéptico amigo, es quien lo acompaña
en su loca aventura. Legrand, al igual que un detective,
usa la observación y la lógica para descubrir el secreto del
capitán Kidd.