Goya fue un vitalista que disfrutaba con el chocolate, el turrón y el aceite de su tierra. Solo un amante de la vida puede odiar la guerra y pintar con esa intensidad LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO. Ayudó a sus padres y hermanos y le procuró casas y rentas a Javier, el hijo que sobrevivió de los siete que tuvo. Adoraba a Mariano, su único nieto, a quien narra sus travesuras infantiles mientras lo pinta.