Gustave Flaubert emprende en 1864 la escritura de la que sería, para algunos críticos, su más lograda novela. El joven Frédéric Moreau viaja en barco desde París a su ciudad natal antes de regresar a la capital para estudiar derecho y tratar de ascender socialmente. A bordo conocerá a la señora Arnoux, casada, mayor que él y que se convertirá en su gran amor imposible.