Mamá Grande cogió una bandeja del armario y puso en ella una tetera, una jarrita con leche, su taza favorita, un plato de tostadas con mermelada y un pastelito que había sobrado del día anterior. Metió el periódico en el bolsillo y se fue hacia la puerta... Coincidiendo con el 30º aniversario de su publicación, KALANDRAKA recupera este álbum de Jill Murphy, con el que muchos adultos podrán identificarse porque -Cinco minutos de paz- invoca un deseo prácticamente inalcanzable para quien tiene niños pequeños a su cargo: tratar de aislarse del mundo por un instante sin que ellos interrumpan ese breve lapso de tiempo con sus inquietudes, sus imprevisibles ocurrencias y su espontaneidad.