A lo largo de una treintena de composiciones, Anfitriones de una derrota infinita traza un recorrido lírico a partir del motivo literario del fracaso, que traslada al lector a paisajes reales ( Siempre Lisboa ), escenarios imaginarios ( Cine Robledo ), episodios históricos ( Cena fría ), películas ( Boogeyman ) e incluso novelas ( Un diario de odio ). Desde el encuentro fugaz de dos soledades en Krieger/Kaiserin hasta la fragilidad de la vida en vita brevis , los poemas del libro van desgranando un amplio catálogo de derrotas, de sueños que se han quedado en el camino de la vida, de lugares detenidos en el tiempo, de ilusiones y esperanzas que un día se desvanecieron Se trata, en definitiva, de un canto a todo aquello que solo puede regresar mediante la lectura o el arte. Al cabo, siempre quedará / otra batalla que perder .