El Eclesiastés, uno de los libros más sobrecogedores del Antiguo Testamento por su implacable argumentación, contiene una descripción paradójica de la existencia actual. Qohélet, su autor, da cuenta de ella a fondo, sin rendirse. Ante las reiteradas tentaciones suicidas que se atribuyen a nuestra civilización, la lectura y su correlato de la glosa agradecen la creación de toda obra como fuerza de contención frente a cualquier augurio de desastre.
Este libro de Armando Pego propone hacer un recorrido por las lecturas del Eclesiastés, desde algunas propiamente literarias como las de José Jiménez Lozano y T. S. Eliot hasta las exegéticas de S. John H. Newman y S. Jerónimo, para volver a su significado actual con una revisión de la obra del poeta griego Teognis.
Es en realidad Qohélet quien lee nuestra época líquida, y no al revés. Sin caer en la desesperación, nos revela nuestra condición con una sorprendente alegría. Podríamos considerarlo testigo de nuestro momento, porque deberíamos ser nosotros quienes seguimos testimoniando la radicalidad de su mensaje.